Informe Anual 2020
La salud es lo primero
A principios de 2020, la rápida propagación de la COVID-19 paralizó de golpe la vida cotidiana de la mayoría de la población mundial y recordó a la humanidad que no hay nada más importante que la salud.
Anteponiendo ante todo la salud y la seguridad de los jugadores, del personal y de los aficionados, las competiciones de fútbol se suspendieron en todo el mundo tras la imposición de la distancia social y de otras medidas sanitarias por parte de autoridades y gobiernos. La suspensión trajo consigo una considerable incertidumbre financiera y profesional para los organizadores de competiciones y los clubes.
La FIFA, en calidad de órgano rector del fútbol mundial, entró inmediatamente en acción mediante una colaboración con la Organización Mundial de la Salud, la captación de FIFA Legends para que ayudaran a difundir mensajes de salud e higiene en las redes sociales, y ayudas específicas proporcionadas a la comunidad futbolística de todo el mundo.
Estas ayudas se concretaron en el Plan de Apoyo de la FIFA COVID-19: un programa de financiación asistencial mundial, concebido en estrecha cooperación con representantes de las confederaciones. Estructurada en tres fases, esta iniciativa pionera ponía 1500 millones de USD procedentes de las reservas de la FIFA a disposición de las 211 federaciones miembro y de las seis confederaciones, incluida una financiación especial para ayudar al fútbol femenino, al fútbol base y a otras categorías distintas al fútbol de élite.
«La FIFA no está en crisis, pero el fútbol sí lo está... Por eso, el dinero va donde debe ir: al fútbol, y para ayudar al fútbol.»
El regreso del fútbol
En un año de alteraciones provocadas por la pandemia, en el que todas las competiciones de la FIFA se aplazaron o cancelaron, los torneos que pudieron seguir celebrándose tuvieron que ajustarse a las restricciones de viaje y a calendarios reducidos.
Encajar más partidos en un espacio de tiempo más limitado comportaba ciertos riesgos, sobre todo para la salud y el estado físico de los jugadores. La FIFA reconoció que se necesitaban medidas extraordinarias para mitigarlos y, entre otras disposiciones, introdujo una enmienda transitoria a las Reglas de Juego que permitía a los equipos efectuar dos sustituciones más por partido, así como ajustes prácticos a los calendarios internacionales masculino y femenino.
La FIFA, como guardiana del fútbol mundial, tiene la responsabilidad de proporcionar a las federaciones miembro y a sus grupos de interés las directrices apropiadas para paliar las consecuencias de la pandemia de COVID-19 y garantizar que toda respuesta esté armonizada en pro del bien común.
Tras una intensa ronda de consultas con los representantes de las seis confederaciones y de los grupos de interés, la FIFA redactó el documento «El regreso del fútbol: protocolo de partidos internacionales»: un conjunto de directrices que persiguen proteger la salud de todos los asistentes a los partidos, incluidos los jugadores y los árbitros, mediante una serie de medidas y prácticas estandarizadas aplicables a los encuentros internacionales.
Unidos en la distancia
La tecnología supuso un auténtico balón de oxígeno en toda la pandemia, pues facilitó la difusión de información sanitaria vital y mantuvo conectados a familiares, amigos y colegas, a pesar de las medidas de distanciamiento social y de las restricciones a los desplazamientos. También hizo posible que la FIFA no interrumpiera su actividad diaria con las federaciones miembro y las confederaciones, y mantuviera reuniones virtuales.
En 2020, todas las sesiones del Consejo de la FIFA y del Bureau del Consejo se celebraron en línea y, por consiguiente, se pudieron adoptar decisiones sobre los principales problemas a los que se enfrentaba el fútbol. Igualmente, el Congreso de la FIFA, pospuesto a septiembre, se celebró por videoconferencia por primera vez en la historia, y a él pudieron asistir en su totalidad las 211 federaciones miembro.
A falta de tan solo dos años para el comienzo de la Copa Mundial de la FIFA Catar 2022™, era imperativo concretar las competiciones preliminares para que los clasificatorios continentales siguieran adelante. Gracias a que la FIFA organizó sorteos preliminares en directo de forma virtual, el calendario internacional no se saturará innecesariamente antes de la competición más emblemática del fútbol.
Para terminar 2020, las estrellas más rutilantes de un año extraordinario alzaron sus trofeos en The Best FIFA Football Awards™, cuya entrega de premios se efectuó en diciembre con un formato virtual. En directo desde la sede de la FIFA en Zúrich, los nominados de cada categoría siguieron el acto en línea para conocer a los ganadores.
La pandemia ha alterado las competiciones de la FIFA, pero el espíritu innovador de la organización hizo posible que el fútbol mundial no se detuviera fuera de los terrenos de juego.
El fútbol, un instrumento para los avances sociales
El fútbol es el único deporte que se practica en todos los rincones del mundo. Tiene una relevancia única para la humanidad y se trata, más allá de un deporte, de un instrumento poderoso para conseguir que las personas se solidaricen con asuntos de gran calado social.
Como parte de su creciente compromiso con organizaciones de la sociedad civil, la FIFA firmó en 2020 un memorando de acuerdo con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, para cooperar en la lucha contra la delincuencia, la corrupción y el abuso en el fútbol y en el deporte. El acuerdo se ampliará para que los niños y los atletas jóvenes estén a salvo de la violencia y la explotación, a través de programas como FIFA Guardians™, y para aprovechar a la vez las ventajas que tiene el deporte para las mujeres y las niñas, de conformidad con las resoluciones de la ONU.
Además, la FIFA abrió un proceso de consulta en el que se incluyeron organizaciones deportivas, autoridades intergubernamentales, gobiernos y agencias especializadas, con el objetivo de fundar una entidad internacional independiente, interinstitucional y aglutinadora de varias disciplinas deportivas para investigar los casos de abuso en el deporte.
Por otro lado, en diciembre, las federaciones de fútbol de Emiratos Árabes Unidos e Israel firmaron un histórico memorando de acuerdo en una ceremonia celebrada en Dubái, a la que asistió el presidente de la FIFA, Gianni Infantino.
«Se trata de un acuerdo fundamental para el futuro, porque demuestra que el fútbol une a las personas. Pueden contar con el apoyo de la FIFA para organizar competiciones, oportunidades de entrenamiento y otras iniciativas que aúnen no solo a Emiratos Árabes Unidos e Israel, sino a toda la región a través del fútbol.»
Nuevos horizontes
Por primera vez, dos confederaciones albergarán conjuntamente una competición de la FIFA: en junio de 2020, el Consejo de la FIFA designó a Australia y Nueva Zelanda coanfitrionas de la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2023™.
La edición de 2019 disputada en Francia atrajo a más de 1000 millones de espectadores en todo el mundo y desencadenó un cambio cultural que condujo a la incorporación del fútbol femenino en la corriente dominante del deporte mundial. Para seguir espoleando el crecimiento de la competición, el Consejo de la FIFA amplió la Copa Mundial Femenina de la FIFA™ de 24 a 32 equipos participantes a partir de la edición de 2023 y duplicó la inversión de la FIFA en el fútbol femenino hasta alcanzar los 1000 millones de USD en cuatro años.
Tras un proceso de presentación de candidaturas totalmente transparente, que suscitó un grado de interés histórico por parte de países que se postulaban como posibles anfitriones, la Copa Mundial Femenina de la FIFA avanza con paso firme hacia nuevos horizontes. Será además la primera máxima competición de la FIFA que albergará cada una de las dos naciones anfitrionas.
De camino a la edición de 2023, la FIFA ha puesto en marcha un grupo de programas de desarrollo del fútbol femenino, centrados en áreas clave del fútbol y en el desarrollo estructural, con un enfoque personalizado que contempla el panorama futbolístico y las necesidades de cada federación. En especial, estos programas ayudarán a las 211 federaciones miembro a cumplir con los criterios de la FIFA para el fútbol femenino, por lo que atraerán más financiación para su inversión en la disciplina.
Una visión global para el fútbol
En 2020, tras cuatro años de reformas exitosas que aportaron a la FIFA transparencia y confianza renovadas, la organización centró su atención en el futuro del fútbol en el mundo.
Reconociendo que un deporte con un inmenso poder y popularidad en todo el planeta no se puede practicar al máximo nivel tan solo en unas cuantas zonas, el presidente Gianni Infantino fijó la visión de la FIFA para hacer del fútbol un deporte realmente mundial.
Gracias a la Visión 2020-2023, la FIFA ayudará a desarrollar el fútbol en todas las regiones del planeta, para que muchas más puedan competir al máximo nivel. El objetivo consiste en conseguir que al menos 50 selecciones nacionales y equipos de clubes de todos los continentes compitan de tú a tú con las élites actuales.
La misión fundamental de la FIFA es globalizar, popularizar y democratizar el fútbol en beneficio del mundo entero. El plan para lograr un fútbol más inclusivo y verdaderamente global —publicado en febrero de 2020— incluye cuatro ámbitos principales, que constan de 11 objetivos, junto con pasos concretos para alcanzar cada uno de ellos, basados en la dedicación y la entrega diarias de los profesionales del fútbol.