Responsabilidad social y educación
La naturaleza diversa del fútbol brinda a la FIFA una oportunidad única de fomentar la educación y la responsabilidad social, así como de aprovechar el poder del deporte rey como fuerza de cambio social más allá de los terrenos de juego.
La FIFA siente un compromiso absoluto con la responsabilidad social y la educación, valores fundamentales que guían su actividad diaria, sus programas y sus competiciones en su objetivo de hacer del fútbol un deporte inclusivo, seguro y abierto a todos.
Derechos humanos y lucha contra la discriminación
La FIFA reforzó sus iniciativas en este ámbito a lo largo de 2021, guiándose en todo momento por su Política de Derechos Humanos y por los Principios rectores de las Naciones Unidas sobre las empresas y los derechos humanos.
También continuó trabajando en los procesos de debida diligencia de las competiciones más importantes que aguardan en el calendario. Respecto a la Copa Mundial de la FIFA Catar 2022™, este proceso obligó a ampliar el alcance de los sistemas de control de derechos laborales para incluir sectores vinculados a la organización del torneo, como hoteles, servicios de seguridad y transportes. También supuso la puesta en marcha de programas por la defensa de los derechos humanos y la lucha contra la discriminación a fin de fomentar una fase de clasificación y un ambiente competitivo inclusivo y accesible para todos. Entre las iniciativas en este ámbito, destacan las sesiones de formación y el programa de vigilancia antidiscriminación llevado a cabo durante los clasificatorios de la FIFA.
Por otro lado, la FIFA colaboró con instituciones nacionales de derechos humanos de Australia y Nueva Zelanda en su evaluación de la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2023™ y fijó los requisitos en materia de derechos humanos para el proceso de selección de ciudades anfitrionas de la Copa Mundial de la FIFA 2026™.
Con la ayuda de la OMS, la FIFA lanzó en agosto una campaña de concienciación sobre la salud mental llamada #ReachOut en la que se sirvió del poder y alcance del fútbol para sensibilizar a la población sobre un problema social cada vez más acuciante. Durante el proceso, el cual siguió en marcha hasta noviembre para coincidir con el Día Mundial de la Salud Mental, la FIFA trabajó estrechamente con expertos y grupos de interés externos vinculados a los derechos humanos.
En diciembre, se creó un grupo de trabajo de especialistas en fútbol adaptado centrado en diseñar una estrategia para dar a conocer este deporte y prestar asistencia a las 211 federaciones miembro de la FIFA a la hora de fomentar las distintas modalidades del fútbol para personas con diversidad funcional a nivel global.
Por último, el departamento de derechos humanos y lucha contra la discriminación evaluó junto al equipo de Recursos Humanos de la FIFA los procesos de selección de este último a fin de cumplir con el compromiso de la FIFA de otorgar igualdad de oportunidades a todos sus candidatos. Como resultado de esta iniciativa, se creó una red LGBTIQ+ para empleados y, por primera vez en la historia, la bandera del arcoíris ondeó en la sede de la FIFA en homenaje al movimiento activista del Orgullo.