Prólogo
Inauguramos un nuevo año mundialista con prudente optimismo, al cabo de un 2021 que trajo consigo todo tipo de retos y cambios para la FIFA. Cada departamento, división y comisión de nuestra organización ha tenido que adaptarse a los problemas que ha suscitado la pandemia.
«En 2021, la FIFA ha trabajado sin descanso para cumplir el mandato de velar por el más alto grado de gobernanza, conformidad y supervisión; y todo ello durante uno de los periodos más complicados que nos ha tocado vivir.»
Desde mayo de 2021, cuando me eligieron presidente de la recién formada Comisión de Gobernanza, Auditoría y Conformidad, y de hecho desde varios meses antes, la FIFA ha trabajado sin descanso para cumplir el mandato de velar por el más alto grado de gobernanza, conformidad y supervisión; y todo ello durante uno de los periodos más complicados que nos ha tocado vivir.
La fusión de la Comisión de Gobernanza con la Comisión de Auditoría y Conformidad respondió a las directrices de una de las enmiendas más importantes a los Estatutos de la FIFA aprobadas en su 71.er Congreso. Se trata de una integración que refleja el compromiso de la FIFA con la prestación de una estructura de gobernanza rigurosa, firme e integral, junto con la garantía de la independencia indispensable que deben tener los tres pilares sobre los que se asienta: gobernanza, auditoría y conformidad.
Las funciones de la nueva comisión han aumentado desde su puesta en marcha; personalmente, esta transición fluida y eficaz me ha motivado sobremanera. El organismo ha seguido supervisando la distribución justa y transparente de los recursos financieros a través de los fondos de FIFA Forward y del Plan de Apoyo de la FIFA COVID-19, para que todos ellos vayan a parar a la comunidad futbolística del mundo entero.
Asimismo, la decisión de adjudicar más de 201 millones de USD a la Fundación FIFA, que adoptó el Departamento de Justicia de Estados Unidos, cedió a la comisión la responsabilidad de supervisar la administración de este dinero por parte del Fondo de Condonación del Fútbol Mundial recién formado para que se revierta donde más se necesita: en el desarrollo del fútbol en todo el planeta. Dados los tiempos difíciles que corren, nunca antes un encargo de este tipo había sido más perentorio.
Los miembros de la comisión han ampliado además sus funciones de supervisores de los derechos humanos y la responsabilidad social, y se han creado dos grupos de trabajo a tal fin. La FIFA está firmemente convencida de que el poder del fútbol y, por extensión, de las competiciones que organiza brinda una oportunidad ineludible para promover cambios sostenibles y dejar un legado perdurable a las generaciones futuras mucho después de que el último balón empiece a rodar.
La presente comisión tiene la obligación y el cometido de hacer realidad estos deseos, y de no plantearlos como un reto, sino como un encargo lleno de posibilidades. En nombre de mis compañeros de la FIFA, me atrevo a decir que se trata de un compromiso que nos apasiona a todos.
Para terminar, es importante reiterar que la Comisión de Control está totalmente dedicada a mantener el más alto grado de independencia e imparcialidad posible. Asimismo, sus miembros consideran que todas las cuestiones relativas a las retribuciones tienen máxima prioridad, y la Subcomisión de Honorarios seguirá gestionándolas con suma transparencia y equidad tanto este año como en años venideros.
Mukul Mudgal,
Presidente de la Comisión de Gobernanza, Auditoría y Conformidad